¡Hola a todas las personas que estén leyendo esto!
Soy Lucía Para, estudiante de Periodismo en la Universidad de Navarra. Tengo18 años y vivo en Vitoria-Gasteiz, aunque ahora estoy en una Residencia de Pamplona. Hoy os voy a contar mi historia sobre el baloncesto
que tanto dice de
mi. Espero que os guste. Algunos igual hasta os sentís identificados. ¡Allá vamos!
El
baloncesto podría
decir que me ha
acompañado en mi
vida. Cuando necesitaba relajarme,
ahí estaba. Solo tenía
que sacar tiempo para ir corriendo a por el balón y bajar al parque
de debajo de mi casa a jugar con mi padre o mi hermano. Me volvía
loca, mi cara era de felicidad, una niña sonriendo por un balón de
plástico, pues sí, esa era yo.
Lucía Para haciendo una bandeja en un
partido contra Corazonistas. |
Todos
empezamos igual. Sí, hay que hacerles caso a nuestros padres cuando
nos dicen que desde pequeños siempre tenemos que hacer un deporte,
bueno aunque a mi me obligaron a elegir uno, creo que fue sin duda lo
mejor que pudieron hacer.
No
sabéis lo divertido que era ser una enana, coger un par de pancartas
y escribirle a mi hermano cualquier tontería para animarle en el
partido. Porque él también jugaba a baloncesto y me encantaba ir a
verle. Pero eso sí, antes de que jugase él, yo ya era una
aficionada al baloncesto.
Tenía
tan sólo 8 años cuando entré en el equipo de mi colegio. Terminaba
clase a las 17:30 y a las 18:00 ya estaba entrenando. Menos mal que
tenía por lo menos media hora para comerme el bocadillo que me había
preparado mamá.
Al
principio, sólo entrenaba dos días a la semana, pero con el paso
del tiempo he llegado a entrenar hasta cuatro días, más el partido.
He jugado en varios equipos: Colegio Urkide, (http://www.urkide.org/ )
Corazonistas (http://www.corazonistas.com/vitoria/es/avisos.asp), Club Araba (http://www.cbaraba.com/cas/) y Club Araski (http://www.araski.com/cas/). En todos estos equipos he aprendido cosas nuevas y desde aquí se lo agradezco a cada uno de ellos.
Gracias
a mi esfuerzo, mi voluntad, mi competitividad, mis ganas de superarme
día a día, he logrado estar cada año en la selección alavesa de
baloncesto y preseleccionada para el Campeonato de España.
Mis
padres han sido uno de los mayores apoyos en este deporte. No todos
los partidos te van a salir omo tú quieres Lucía, me decía mi
padre después de un partido perdido en los últimos minutos de
juego. Sabía que tenía que seguir luchando por cada balón, cada
minuto, cada segundo, ya no sólo
por mí, sino por mis
compañeras, por mi equipo y por las personas que estaban en la grada
sentados animándonos.
Tan
solo un balón y una canasta hicieron de mi infancia una estación
estupenda.
Y
hoy siguen siguiendo parte de mi vida.
Jugando un amistoso en Getxo. |
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