martes, 20 de septiembre de 2016

¡GRACIAS BALONCESTO!

¡Hola a todas las personas que estén leyendo esto!

Soy Lucía Para, estudiante de Periodismo en la Universidad de Navarra. Tengo18 años y vivo en Vitoria-Gasteiz, aunque ahora estoy en una Residencia de Pamplona. Hoy os voy a contar mi historia sobre el baloncesto que tanto dice de
mi. Espero que os guste. Algunos igual hasta os sentís identificados. ¡Allá vamos!

El baloncesto podría decir que me ha acompañado en mi vida. Cuando necesitaba relajarme, ahí estaba. Solo tenía que sacar tiempo para ir corriendo a por el balón y bajar al parque de debajo de mi casa a jugar con mi padre o mi hermano. Me volvía loca, mi cara era de felicidad, una niña sonriendo por un balón de plástico, pues sí, esa era yo.
Lucía Para haciendo una bandeja en un
partido contra Corazonistas.

Todos empezamos igual. Sí, hay que hacerles caso a nuestros padres cuando nos dicen que desde pequeños siempre tenemos que hacer un deporte, bueno aunque a mi me obligaron a elegir uno, creo que fue sin duda lo mejor que pudieron hacer.

No sabéis lo divertido que era ser una enana, coger un par de pancartas y escribirle a mi hermano cualquier tontería para animarle en el partido. Porque él también jugaba a baloncesto y me encantaba ir a verle. Pero eso sí, antes de que jugase él, yo ya era una aficionada al baloncesto.

Tenía tan sólo 8 años cuando entré en el equipo de mi colegio. Terminaba clase a las 17:30 y a las 18:00 ya estaba entrenando. Menos mal que tenía por lo menos media hora para comerme el bocadillo que me había preparado mamá.
Al principio, sólo entrenaba dos días a la semana, pero con el paso del tiempo he llegado a entrenar hasta cuatro días, más el partido.

He jugado en varios equipos: Colegio Urkide, (http://www.urkide.org/ ) Corazonistas (http://www.corazonistas.com/vitoria/es/avisos.asp), Club Araba (http://www.cbaraba.com/cas/) y Club Araski (http://www.araski.com/cas/). En todos estos equipos he aprendido cosas nuevas y desde aquí se lo agradezco a cada uno de ellos.
Gracias a mi esfuerzo, mi voluntad, mi competitividad, mis ganas de superarme día a día, he logrado estar cada año en la selección alavesa de baloncesto y preseleccionada para el Campeonato de España.

Mis padres han sido uno de los mayores apoyos en este deporte.  No todos los partidos te van a salir omo tú quieres Lucía, me decía mi padre después de un partido perdido en los últimos minutos de juego. Sabía que tenía que seguir luchando por cada balón, cada minuto, cada segundo, ya no sólo por mí, sino por mis compañeras, por mi equipo y por las personas que estaban en la grada sentados animándonos.

Tan solo un balón y una canasta hicieron de mi infancia una estación estupenda.
Y hoy siguen siguiendo parte de mi vida.


Jugando un amistoso en Getxo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario